La rueda de prensa es una herramienta eficaz que se mantiene vigente siempre y cuando tengamos en cuenta algunos aspectos relativos a su preparación, puesta en escena y seguimiento. En Visible Comunicación organizamos, realizamos y medimos anualmente el impacto de cientos de convocatorias. Por eso sabemos de sobra lo que hay que hacer para fracasar a fondo. Si quieres que una rueda de prensa no tenga éxito, solo tienes que seguir estas recomendaciones:
Elige al azar el día de celebración de la rueda de prensa.
Si quieres que no venga a tu rueda de prensa ningún medio de comunicación, no lo pienses más y convoca un lunes o un viernes, que son los peores días de la semana . No vayas a confundirte y se te ocurra hacerlo un martes, miércoles o jueves porque en estos dïas corres el riesgo de que los periodistas estén disponibles, les pille bien, agenden el evento y al final acudan en masa. ¡Ni hablar! Tú actúa sobre seguro y elige el viernes, el momento ideal para fracasar, no puedes equivocarte, se trata de un día muy
complicado para los periodistas, sobrecargados de trabajo, estresados y sin margen para atender coberturas en el exterior.
No selecciones a los medios de comunicación que convoques, cuántos más mejor.
Si tu objetivo en fracasar sin paliativos no se te ocurra analizar el alcance de la información objeto de la convocatoria, ni enfocarla hacia unos medios determinados, ni una sección concreta. ¡Nada de eso! Envía el texto de la convocatoria a cascoporro, sin mirar a quién…
Envía a las redacciones el texto de la convocatoria por correo electrónico y luego mira hacia otro lado.
No pierdas el tiempo en llamar a las redacciones para comprobar su recepción, matizar su contenido o conversar con el periodista susceptible de cubrir la información. ¿Para qué? ¿Para despertar su interés y correr el riesgo de que vaya y le dedique dos páginas a tu información…? ¡Ni hablar del peluquín! Hemos dicho que no queríamos hacer las cosas bien, hombre, que lo nuestro era hacer como que convocamos pero sabiendo de antemano que íbamos a fracasar.
Que se ocupen otros de la puesta en escena.
Tú ya has hecho el paripé y has cubierto el expediente de la convocatoria. El día de la rueda de prensa que se ocupen otros de cuidar los detalles, preparar la mesa de portavoces, asegurarse que están los rótulos correctos, que el sonido de la megafonía funciona o que las notas de prensa están actualizadas e impresas…
Ah, es muy importante que si estás presente, algo a todas luces innecesario, no llegues con mucha antelación porque , si aparecen imprevistos, vas a tener que resolverlos tú mismo. Llega con la hora pegada al culo, sin tiempo para saludar. Así te evitas el mal trago de comprobar que nadie pensó en que había que colocar un photocall tras la mesa de portavoces…
Lo mejor es ser espontáneo, que la exposición fluya como quiera…
¡Qué es eso de perder tiempo en la elaboración de un guión o una escaleta! ¿Por qué narices ibas a facilitar el trabajo a los portavoces? ¡Pero no estamos en la tierra de la heroica improvisación!
No entregues nada a los medios asistentes.
Así garantizas que cada uno pregunte lo que le dé la gana. No vayas a darles una nota con el resumen del contenido de la rueda de prensa, ni tampoco una selección de fotografías o cortes de vídeo. ¡Que se busquen la vida y traigan sus equipos!
Si sigues a pie juntillas estos consejos, no lo dudes, tú rueda de prensa nunca tendrá éxito. Eso sí, tendrás que tener preparadas las típicas excusas para tus clientes, algo creíble pero sin exagerar, que ellos piensen que te importa el fracaso de la rueda de prensa, no sé, del tipo «que ha sido mala suerte que nos haya coincidido la celebración de muchas convocatorias a la misma hora, que el Gobierno había hablado de lo mismo días antes, que los medios no tenían personal disponible, que el tema no tenía chicha y que, por mucho que te esforzaste, no lograste “venderlo” en las redacciones… En fin, darles pena a los clientes para que ellos lo sientan más por ti que por ellos. Porque lo más importante es salvar el culo para poder volver a ser contratado y organizar otra rueda de prensa sin dar un palo al agua.