¿Facebook sirve para contratar empleados?
La pregunta es retórica porque, según un estudio de Mindflash.com publicado en The Huffington Post, el 45% de los empleadores utiliza Facebook, LinkedIn y Twitter para contratar empleados.
Dependiendo del cristal con el que se mire, es una buena o mala noticia. Para todos los que están conectados, si vigilan su marca personal, se trata de algo positivo, pero para el descuidado resulta un problema. Un 35% de los empresarios cuestionados en el estudio reportaron que habían descubierto contenidos que les hizo desistir a la hora de incluir en su empresa a una determinada persona. Y, en el peor de los casos, ha ocurrido se haya optado por despedir a miembros que ya formaban parte de la organización. Otra muestra más de cómo lo que se dice en las redes sociales es tomado en serio.
En Visible comunicación estratégica utilizamos las redes sociales para reclutar a gente, pero seguimos nuestros propios criterios a la hora de escoger colaboradores. Por otro lado, en nuestra empresa siempre tenemos los brazos abiertos para recibir distintos perfiles porque, digámoslo claramente, nosotros no tenemos puestos de trabajo: los creamos. En los últimos tiempos he reflexionado algo sobre las características de las personas que empiezan a trabajar con nosotros. Ahí van una serie de recomendaciones por si te sirven de algo:
1. No colabores con nadie que sea igual que tú. Lo he pretendido hacer en innumerables ocasiones y siempre ha fallado. Lo mejor: tener al enemigo (el distinto a uno mismo) dentro de la empresa, resulta temible pero al mismo tiempo es muy edificante. Fíjate, por ejemplo, en la tensión creativa sobre la que se edificó la trayectoria de los Beatles. O también cómo formó su equipo Steve Jobs con gente que, cuando acababa su relación profesional con él, confesaba que lo odiaba.
2. Piensa que lo más importante de un colaborador es tu relación con él y la relación de él con el trabajo; no tanto lo que sabe o deja de saber.
3. Mejor si han cambiado varias veces de empresa. Me gusta la gente que ha salido al mercado a “estirar las piernas”. Resulta estimulante, pero sin pasarse: que hayan cambiado de lugar de trabajo, sí, pero no demasiado. La gente que no se asienta ni tres meses en un puesto resulta sospechosa.
4. No trabajes con proyectos de colaboradores sino con profesionales eficientes que te saquen del apuro ya. Los estudiantes están bien para las prácticas, pero no para practicar con nuestra empresa.
5. Analiza bien lo que tienes y lo que te falta y sal a pescarlo en el mercado. Lo contrario, es decir, aceptar lo que te llegue a la hora de contratar empleados (por muy bueno que sea), no siempre funciona.
Valentín Sinovas. Director de Visible Comunicación Estratégica.