El vídeo ha sido siempre un discurso de una sola dirección: El vídeo habla y tú visualizas y escuchas. Un Vídeo Interactivo funciona en las dos direcciones y el espectador deja de serlo ya que puede tomar decisiones.
¿Qué tipo de acciones puede realizar? Por ejemplo, acceder a más información sobre un producto o servicio, decidir qué quiere ver (y qué no), responder preguntas, opinar sobre un servicio, inscribirte a un curso o una conferencia… Y todas estas acciones sin abandonar el vídeo.
Los efectos inmediatos son el aumento de tiempo de visionado, un menor abandono y una mejor percepción de la marca de tu empresa.