Este nuevo tratamiento, consistente en un stent urológico, ha sido presentado con motivo del Día Europeo de la Salud Prostática
Hasta ahora la única alternativa a la medicación era la intervención quirúrgica
Gracias a este tratamiento el paciente vuelve a orinar con normalidad y preserva la función eyaculatoria
Las Palmas de Gran Canaria, 14 septiembre de 2016. Hoy se ha presentado, con motivo del Día Europeo de la Salud Prostática, que se celebra el 15 de septiembre, el primer stent urológico temporal (iTIND) para devolver la funcionalidad miccional y a los pacientes que tengan hiperplasia benigna de próstata (HBP) que causa dificultad para orinar. Este problema es muy frecuente entre los varones mayores de 50 años. En Canarias, más 200.000 personas lo padecen.
El procedimiento dura unos diez minutos y se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de ingreso bajo sedación.
Tras el implante, el paciente va a su domicilio con el dispositivo I.TIND colocado, para llevar una convalecencia que le permite caminar y llevar una vida casi normal. A los seis días se retira el dispositivo, también bajo sedación.
Según el Dr. Juárez del Dago, director del Gabinete de Urología y Andrología de Las Palmas de Gran Canaria, «los resultados de los primeros implantes realizados en España y en Canarias son sumamente alentadores y los pacientes tratados hasta ahora manifiestan una notable mejoría respecto a su situación anterior».
El Dispositivo I.TIND fabricado con Nitinol, (aleación de Níquel y Titanio) es el principal constituyente del dispositivo. Es del tipo de materiales “con memoria de forma” que con el calor del cuerpo, una vez implantado, ejerce una presión sobre las paredes del cuello de la vejiga y de la próstata que obstruye, produciendo unas incisiones progresivas que dilatan la zona obstruida.
Los pacientes a los que se puede aplicar este tratamiento ven una mejoría en la micción, y de acuerdo con todos los estudios científicos que se han publicado hasta ahora, sin afectar a la función eyaculatoria”, explica el Dr. Juárez del Dago.
Otros tratamientos como la cirugía prostática, tanto convencional como láser, ponen en riesgo la eyaculación. “Con la cirugía muchos hombres tienen eyaculación interna (retrógrada): el semen se va hacia la vejiga en el momento del orgasmo. Cada vez hay más conciencia de que es una parte de la calidad de vida importante, y los nuevos tratamientos intentan preservar la eyaculación al tiempo que corrigen la disfunción miccional”, comenta este especialista.
La HBP es una enfermedad que suele comenzar a partir de los 40 años y se incrementa con la edad. Así, más de la mitad de los hombres a los 50 años padece HBP y entre los 70 y 80 años hasta el 90% presenta alguno de sus síntomas.
Este stent temporal también está indicado en pacientes jóvenes que empiezan a sufrir problemas en las vías urinarias sobre todo por que se les ha cerrado el cuello de la vejiga, así como en los que reciben algún tratamiento para la HBP. “Muchos jóvenes que tienen que afrontar estos síntomas pueden mejorar su calidad de vida gracias a esta técnica. Además, son los más interesados en preservar la eyaculación”, indica el director médico del Gabinete de Urología y Andrología.
También está dirigido a pacientes que tratan la HBP con medicación. “Hay quien toma dos fármacos durante cinco o diez años antes de operarse. Para estos pacientes es una opción mínimamente invasiva y les permite dejar la medicación”, añade este experto. Por otra parte, el doctor Juárez del Dago indica que para el paciente resulta una intervención “muy segura”. “Nosotros les explicamos que es una cirugía muy sencilla. Para que lo entiendan, les decimos que van a sufrir las mismas molestias que en una colonoscopia. Se les seda, están dormidos unos diez minutos y en una hora se van a casa. Llevarán un tratamiento pues el dispositivo puede causar cierta irritación o algunas molestias generalmente muy llevaderas.
Hasta ahora la única alternativa a la medicación era la vía quirúrgica. “Los cirujanos llevamos años haciendo incisiones en pacientes con próstatas no muy grandes. Lo hacíamos en lugar de someter al paciente a una prostatectomía completa. Pero era una intervención con epidural, que requería un ingreso hospitalario de al menos 24 horas y sondar al paciente al menos un día. En cambio, este tratamiento es ambulatorio y evita el sondaje”, explica el doctor Juárez del Dago.