Agustín Mesa, nutricionista
- Los adultos sufren entre 2 y 4 resfriados al año
Santa Cruz de Tenerife, 15 de octubre. Ya estamos en otoño, una época propicia para que hagan acto de presencia las dos enfermedades más típicas de la estación: la gripe y el resfriado. Según se desprende del estudio ‘Proceedings of the First International Consultation on the Control of Acute Respiratory Infections’ (ICCARI) realizado por científicos estadounidenses, los adultos experimentan entre dos y cuatro resfriados al año. Como la mayoría de estas enfermedades están originadas por virus no se tratan con antibióticos, a menos que se sospeche que el origen es bacteriano. Por este motivo, es muy importante proteger y fortalecer el sistema inmunológico de los adultos, especialmente de los ancianos. La alimentación es un factor clave para reducir resfriados y otras enfermedades típicas de las estaciones más frías.
Los expertos recomiendan llevar una dieta equilibrada suplementada en alimentos funcionales así como leches fermentadas con L-Casei pues contribuyen al fortalecimiento del sistema inmune reduciendo la duración de los episodios respiratorios con complicaciones. En edades avanzadas ayuda a reducir la severidad de los episodios invernales, modula el sistema inmunológico y mejora la capacidad oxidativa.
El resfriado y la gripe en ancianos
Muchas de las enfermedades respiratorias comunes que sufren los adultos durante los meses de frío se producen por una gran variedad de virus, y aparecen por contagio, que se propicia por una bajada de defensas más que por las condiciones meteorológicas. El impacto de las infecciones respiratorias en el paciente anciano con bajas defensas o enfermedades concomitantes pueden producir serias complicaciones, llegando a los servicios de urgencias aquejados de infecciones provocadas por virus, como pueda ser el de la gripe o el resfriado, o bacterias, responsables de las neumonías, otra patología respiratoria frecuente en invierno y especialmente habitual en mayores de 65 años.
Prevención del resfriado
Dada la vulnerabilidad de las personas de la tercera edad ante cualquier enfermedad y si bien es cierto que es prácticamente imposible evitar el contagio, es importante conocer una serie de recomendaciones que pueden reducir el riesgo de padecer un resfriado:
- Evitar el contacto con personas resfriadas, especialmente durante los tres primeros días
- Lavarse las manos tras tocar la piel del paciente resfriado o tras tocar algún objeto que este haya tocado anteriormente
- Si hablamos de la persona resfriada, esta puede taparse la nariz y la boca al toser o estornudar con pañuelos de un solo uso. Además de esto, lavarse las manos al toser o estornudar
- En cuanto a las recomendaciones alimenticias, seguir dieta equilibrada suplementada en alimentos funcionales así como leches fermentadas con L-Casei pues contribuye al fortalecimiento del sistema inmune.