La venta cruzada (o cross selling) no es un truco de marketing. O no debería serlo. En Visible, entendemos el cross selling como una forma de acompañar mejor, no de facturar más. No ofrecemos servicios adicionales porque sí. Lo hacemos cuando esos servicios aportan valor real y generan coherencia en la estrategia del cliente.
Este blog no es una receta. Es una mirada honesta a cómo aplicamos el cross selling en nuestros proyectos reales. Desde la experiencia. Con responsabilidad.
Cuando el cliente llega por un servicio… vemos el mapa completo
Un cliente llega y nos dice: “quiero una web”. Podríamos hacer la web, entregarla y cerrar el proyecto. Pero sabemos que si no hay posicionamiento SEO, si no hay contenido, si no hay reputación digital, esa web no va a rendir como debería.
Aquí es donde entra nuestro enfoque. Preguntamos:
- ¿Tienes tráfico orgánico?
- ¿Hay contenido alineado con los objetivos?
- ¿Cómo te encuentran tus pacientes/clientes?
- ¿Qué te gustaría que pase después de lanzar la web?
Esa conversación nos permite detectar otros servicios que no solo complementan, sino que hacen viable el objetivo inicial. Así empieza el cross selling. No como propuesta comercial, sino como diagnóstico honesto.
¿Vender más? No. Vender mejor.
El error común es pensar que el cross selling busca aumentar el ticket medio. Y sí, puede hacerlo. Pero si ese es el único propósito, el cliente lo notará. Y desconfiará.
Nosotros lo enfocamos así:
- Si proponemos otro servicio, es porque lo necesitamos para cumplir el objetivo principal.
- Si vemos que algo se puede posponer, lo decimos.
- Si algo no encaja con el momento del cliente, no lo forzamos.
El cliente siente esa honestidad. Y eso, a medio plazo, vale más que cualquier técnica de upselling agresiva.
¿Qué tipo de servicios “cruzamos”?
Estos son algunos ejemplos reales:
- Una web → se convierte en una estrategia de reputación online.
- Un vídeo testimonio → se convierte en un plan de campañas Ads.
- Un rediseño gráfico → abre la puerta a una revisión de marca.
- Una campaña puntual → se convierte en un calendario editorial a largo plazo.
Pero siempre hay una lógica detrás. Una relación de sentido, no de oportunidad comercial.
El cross selling como herramienta de fidelización
Cuando un cliente ve que pensamos más allá de lo que nos pidió, y que lo hacemos con criterio, ocurre algo importante: confía más.
Esa confianza genera dos efectos:
- Más apertura a trabajar en otras áreas.
- Mayor fidelización a largo plazo.
En Visible, muchos de nuestros clientes actuales empezaron con un único servicio. Y hoy trabajamos con ellos en 3, 4 o 5 frentes. No porque los hayamos “vendido”, sino porque los hemos acompañado.
¿Cómo saber si un cross selling es oportuno o forzado?
Esta es la pregunta clave. Nuestra fórmula:
- ¿Es coherente con el objetivo actual del cliente? Si no suma, resta.
- ¿Tiene sentido en este momento? Si no hay timing, puede percibirse como presión.
- ¿Está alineado con su presupuesto real? Si no lo puede asumir, buscamos fases.
- ¿Lo necesita, aunque no lo haya pedido? Si la respuesta es sí, proponemos.
Y lo más importante: escuchamos. Siempre.
No todo servicio debe ser un pack, pero todo pack debe tener sentido
Uno de los aprendizajes más importantes que hemos tenido es no empaquetar por empaquetar. Nuestros packs (Esencia, Impulso, Evolución) existen porque responden a necesidades reales. No son bundles para subir el ticket. Son estrategias compactas que ayudan a ordenar procesos.
El cross selling natural se integra dentro de estos packs o se deriva de ellos, no al revés.
Conclusión: vender sin empujar, conectar con propósito
El cross selling en Visible es un resultado, no un objetivo. Es la consecuencia de escuchar bien, diagnosticar mejor y proponer con sentido. Es nuestra forma de ser consultores, no solo proveedores.
Cuando el cliente siente que propones lo que necesita, aunque no lo haya pedido, y que lo haces desde la experiencia real, entonces confía. Y esa confianza es el mejor motor de crecimiento que existe.






